3 señales de que deberías dejar tu trabajo

Comprender cuándo es el momento de dejar un trabajo puede resultar difícil. Llega un momento en la mayoría de los roles en el que vemos que no estamos entusiasmados por venir a trabajar y comenzar una nueva tarea. Incluso podrías sentir que tu jefe te vuelve loco. Pero, ¿cómo se supone que debes saber cuándo tienes suficientes motivos para irte? Peakon, la plataforma de datos de recursos humanos, analizó su enorme base de datos de más de 34 millones de encuestas a trabajadores para descubrir si podían predecir qué empleados renunciarían pronto y cuándo.

El estudio demostró que la mayoría de los trabajadores empiezan a dar señales de que no están satisfechos con su trabajo unos nueve meses antes de entregar su despido. A partir de este momento, su compromiso, lealtad y satisfacción comienzan a disminuir hasta que el trabajador finalmente se marcha.

¿Como puedo ayudarte? Peakon estableció cuatro señales clave que le indican cuándo es el momento de dejar su trabajo.

1. Las tareas no parecen desafiantes

Al parecer, la gente no odia estar muy ocupada. La mayoría de los trabajadores lo disfrutan, siempre y cuando las tareas que realizan no sean aburridas. Si las tareas son demasiado simples o no hay oportunidades de crecimiento, podría ser una buena razón para mudarse a una empresa que le brindará un trabajo realmente desafiante.

Según la entrevista de CNBC a la autora de best sellers sobre gestión, Suzy Welch, antes de tomar la decisión final, debes preguntarte cuándo hiciste algo nuevo en el trabajo la última vez. Si no puedes recordar un momento así en el pasado reciente, entonces estás atrapado en un trabajo que ella llama "ataúd de terciopelo". Es bastante cómodo, pero destructivo para tu intelecto y espíritu, así como para tu carrera.

Los trabajos desafiantes nos dan una sensación de logro, que es vital para una experiencia laboral gratificante. Sin él, empezamos a sentirnos menos creativos y productivos.

2. Su jefe no quiere hablar de su salario

Por supuesto, es sumamente importante sentirnos reconocidos y compensados ​​adecuadamente por nuestros esfuerzos y habilidades. La mejor manera para que la empresa muestre su reconocimiento es a través de salarios, ventajas, beneficios y compensaciones relacionadas con el desempeño. Si el rendimiento no está a la altura de sus esfuerzos y/o no coincide con lo que ganan sus pares, lo lógico es buscar una empresa más generosa.

Sin embargo, Peakon descubrió que el salario no era el indicador más importante de que había llegado el momento de irse. Aunque recibir un salario insuficiente es frustrante, no tener conversaciones constructivas con un gerente al respecto es una señal de alerta aún mayor.

Los expertos dicen que las conversaciones sobre salario deberían centrarse en cómo puede ayudar a alcanzar los objetivos de la empresa y seguir con la prueba de su excelente desempeño durante los últimos meses y la explicación de por qué merece ganar más.

Pero si la dirección de la empresa no quiere negociar, podría ser una señal de que debes seguir adelante. Este tipo de situaciones socavan nuestro sentimiento de autoestima, descubrió Peakon. Demuestra que la empresa no respeta al empleado, lo cual es incluso más grave que el simple dinero.

3. No te sientes apoyado por tu jefe

Los malos supervisores nos afectan mucho más que cualquier otro aspecto negativo del trabajo, por ejemplo, las malas relaciones con los compañeros de trabajo o el ambiente general del lugar de trabajo. Un estudio de Gallup ha demostrado que la mitad de las personas han dejado su trabajo por culpa de su jefe en algún momento de su vida. Por supuesto, hay muchas cualidades molestas que un supervisor puede tener, pero ¿qué es lo que realmente nos hace dejar un puesto? Peakon descubrió que son los gerentes quienes no brindan a su personal el apoyo suficiente para su trabajo.

Al igual que los dos signos anteriores, esto muestra dificultades más profundas entre un empleador y un empleado. Los buenos gerentes permiten que sus trabajadores se desempeñen mejor y les ayudan a lograr más. Tienen que actuar como algo más que simples inspectores que utilizan métodos de castigo obsoletos.

Si siempre escuchas los sermones de tu jefe y sientes que no valora tus talentos y experiencia, y no te trata con respeto y empatía, probablemente sea hora de caminar.